Desde hace unos meses se esta extendiendo una práctica empresarial claramente antisindical. Se trata de lo siguiente, cuando se forma un sindicado clasista, los empresarios inmediatamente forman otro sindicato “amarillo”, llaman a los contratados o estables y los hacen firmar una nómina sindical en las propias oficinas de recursos humanos. Los trabajadores, asustados, firman nomás. Luego, la propia empresa establece un convenio colectivo “trucho” es decir, amañado, pro patronal, por ejemplo en una empresa se ha firmado un convenio que no incorpora incremento salarial y lo peor, es por diez años!!! Como es un sindicato amarillo, obliga a inscribirse a la mayoría, así el convenio colectivo se extiende a todos los trabajadores por lo cual deja sin piso al sindicato clasista. Estas maniobras son posibles, porque los compañeros que forman un nuevo sindicato se contentan con afiliar al mínimo requerido por ley que es veinte afiliados en una empresa. Como ya hemos dicho, este modelo de si