Quieren condenar a cinco años de prisión a Pedro Condori y Antonio Quispe
La justicia peruana que generalmente es lenta, burocrática y remolona, actúa con una celeridad extraña en el caso de los dirigentes sindicales Pedro Condori y Arturo Quispe, acusados de interrupción de la circulación de medios de transporte público.
El próximo 31 de marzo el tribunal que esta siguiendo el caso de los dos dirigentes sindicales, dará lectura a la sentencia. Generalmente, una sentencia tan pronta suele ser condenatoria. Según señala la abogada defensora de los dirigentes sindicales, Dra. Marlene Castillo, la Fiscalía ha pedido cinco años de prisión por lo que según las leyes peruanas, implica prisión efectiva (las condenas a menos de tres años son generalmente sin prisión efectiva).
Lo más grave, es que de ser declarados culpables, la empresa tendría razones para despedirlos, con lo cual dejarían al sindicato sin sus dirigentes. El impacto de esta medida, tendrá efectos muy serios para la organización sindical y los trabajadores mineros en general.
La situación es realmente grave.
Hasta el momento, la acción de apoyo ha descansado principalmente en algunas ONGs de Derechos Humanos y colectivos de activistas. Lamentablemente, el movimiento sindical nacional e internacional no se ha movilizado con todas sus fuerzas por la libertad de los dos dirigentes sindicales. En parte, por la coyuntura electoral, en parte por esa nefasta división social del trabajo que existe entre ONGs y sindicatos. A pesar del esfuerzo solitario del c. Tintaya responsable de DDHH en la CGTP, aún es posible hacer más cosas desde los sindicatos.
Entiendo que Amnistía Internacional ha iniciado una campaña internacional por la libertad de los compañeros.
Los sindicalistas, podríamos empezar formando un comité de solidaridad sindical. Se podría hacer un Foro sobre criminalización de la protesta sindical. Hay una discusión jurídica importante y a la vez una lectura sindical y política de lo que está ocurriendo con los compañeros detenidos. Eso nos daría algo de prensa.
Pedro Condori y Antonio Quispe están en el Penal de Carquin en Huacho, pequeña ciudad al norte de Lima. Reciben visitas los días sábados y domingos. Habría que organizar una delegación sindical que los visite. Sus familias están desamparadas, requieren pues de una red de socorro sindical.
Entonces, como decía el poeta universal, "hay hermanos muchisímo que hacer..."
Para empezar, puedes firmar el petitorio de liberación en la campaña que esta animando Amnístia Internacional en este enlace.
El próximo 31 de marzo el tribunal que esta siguiendo el caso de los dos dirigentes sindicales, dará lectura a la sentencia. Generalmente, una sentencia tan pronta suele ser condenatoria. Según señala la abogada defensora de los dirigentes sindicales, Dra. Marlene Castillo, la Fiscalía ha pedido cinco años de prisión por lo que según las leyes peruanas, implica prisión efectiva (las condenas a menos de tres años son generalmente sin prisión efectiva).
Lo más grave, es que de ser declarados culpables, la empresa tendría razones para despedirlos, con lo cual dejarían al sindicato sin sus dirigentes. El impacto de esta medida, tendrá efectos muy serios para la organización sindical y los trabajadores mineros en general.
La situación es realmente grave.
Hasta el momento, la acción de apoyo ha descansado principalmente en algunas ONGs de Derechos Humanos y colectivos de activistas. Lamentablemente, el movimiento sindical nacional e internacional no se ha movilizado con todas sus fuerzas por la libertad de los dos dirigentes sindicales. En parte, por la coyuntura electoral, en parte por esa nefasta división social del trabajo que existe entre ONGs y sindicatos. A pesar del esfuerzo solitario del c. Tintaya responsable de DDHH en la CGTP, aún es posible hacer más cosas desde los sindicatos.
Entiendo que Amnistía Internacional ha iniciado una campaña internacional por la libertad de los compañeros.
Los sindicalistas, podríamos empezar formando un comité de solidaridad sindical. Se podría hacer un Foro sobre criminalización de la protesta sindical. Hay una discusión jurídica importante y a la vez una lectura sindical y política de lo que está ocurriendo con los compañeros detenidos. Eso nos daría algo de prensa.
Penal de Carquín en Huacho, donde están detenidos los dirigentes sindicales Pedro Condori y Antonio Quispe. |
Pedro Condori y Antonio Quispe están en el Penal de Carquin en Huacho, pequeña ciudad al norte de Lima. Reciben visitas los días sábados y domingos. Habría que organizar una delegación sindical que los visite. Sus familias están desamparadas, requieren pues de una red de socorro sindical.
Entonces, como decía el poeta universal, "hay hermanos muchisímo que hacer..."
Para empezar, puedes firmar el petitorio de liberación en la campaña que esta animando Amnístia Internacional en este enlace.
Salud
ResponderEliminarIncreíble que la fiscalía y el juez actúen tan de espaldas hasta de los informes policiales, «simplemente» (nótese las comillas) para perseguir a dirigentes sindicales.
En fin, desde acá todo el apoyo para los compañeros arrestados, y a la espera de una sentencia absolutoria.
Hasta luego.