Saúl Cantoral Huamaní y el compromiso sindical
Hace 22 años fueron asesinados Saul Cantoral y Consuelo García. El primero era secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú (FNTMMSP), Consuelo era asesora de dicha federación.
El movimiento sindical peruano ha perdido a valiosos dirigentes y activistas a lo largo de su historia. Sus muertes, a manos de gobiernos y empresarios son la prueba de la firmeza del compromiso y de la incapacidad de nuestros enemigos para derrotar nuestros argumentos por otra vía que no sea la violencia.
El Perú a fines de los 80s era una sociedad donde se enfrentaban los restos del modelo social construido en los 70s con propuestas de signo contrario. La violencia política provenía ya no sólo del aparato estatal sino de grupos armados.
En este contexto, el movimiento sindical era enfrentado a duras tensiones. Los grupos de izquierda exigían mayores compromisos de los líderes sindicales, en un proceso de radicalización de demandas ante el fracaso del gobierno; la patronal y el estado exigían certificados de buena conducta a los sindicalistas para poder escuchar sus demandas.
La crisis del movimiento sindical en los años 80s se puede explicar por la dificultad para resolver dichas tensiones. La debilidad institucional de la democracia hizo imposible una acción gremial coherente en dicho periodo.
La FNTMMSP, es decir, la Federación Minera, ha sido uno de los tempranos centros de organización sindical y política de los asalariados mineros. Desde los tiempos de Mariategui, la izquierda ha encontrado un auditorio para su mensaje y voluntarios entusiastas para su proyecto.
A fines de los 80s, la federación minera era un espacio importante de articulación de un buen número de sindicatos mineros, especialmente de la mediana minería. Saúl Cantoral era un dirigente joven, tenía 42 años y ya era secretario general de dicha institución. La crisis económica, el descalabro aprista, la hiperinflación con sus efectos devastadores en la economía popular hicieron que la articulación de intereses laborales se desarrolle de manera ascendente.
En este contexto, la federación tenía por objetivo establecer una negociación colectiva a nivel de rama. De esta manera se podría defender mejor la economía de los trabajadores y fortalecer el poder de la federación. de más esta señalar que este objetivo era realmente estratégico, pues hubiera permitido resistir en mejores términos lo que vendría unos años despues.
Por el pliego nacional minero, la federación ya había desarrollado una huelga nacional (que es como se consigue la negociación por rama, compañeros de la agroindustria) en el 98 y Saúl Cantoral había liderado la misma.
El 9 de agosto de ese año es secuestrado y torturado para que levantara la huelga general y abandonara la acción sindical. El ánimo de Saul no resultó mellado y se mantuvo firme en sus convicciones gremiales.
El gobierno aprista derrotado tiene que aceptar el pliego nacional minero, mediante un decreto supremo, sin embargo, tras levantar la huelga, el gobierno de García desconoce las actas firmadas y niega lo que ya había aceptado, en una costumbre que como sabemos ha mantenido hasta la actualidad.
En octubre se inicia una nueva huelga y ante la incapacidad del gobierno para resolverla se recurre a la violencia. de esta manera, los campamentos mineros son militarizados, se establecen toques de queda, los locales sindicales son asaltados y muchos dirigentes son detenidos o perseguidos. Así es la democracia en el Perú.
En febrero de 1998 se preparaba una nueva huelga nacional minera. Como es de suponer habían muchos intereses en juego. para el gobierno era imprescindible impedir el desarrollo de la huelga minera en un contexto de crisis económica y violencia interna.
El 13 de febrero de dicho año son encontrados los cuerpos sin vida de Saul Cantoral y Consuelo García en un parque de la ciudad de Lima. Sus cuerpos presentan orificios de balas en la espalda y la nuca. El secretario general de la federación minera ha sido asesinado.
Como ha señalado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la responsabilidad por la muerte del dirigente sindical y la asesora corresponden al estado peruano. Se ha iniciado un proceso judicial a Agustín Mantilla, minisro del interior del gobierno aprista en ese entonces y a Jesus Rios Saenz por el asesinato de Saúl Cantoral y Consuelo García. A pesar de lo avanzado y de lo señalado por la CVR aún no se ha determinado una sanción a los responsables ni se ha cumplido todo lo ordenado por la CIDH. La impunidad sigue siendo la respuesta que reciben los crímenes contra los sindicalistas.
Cada febrero los sindicalistas recordamos con dolor la masacre de Cromotex ocurrida en 1979 y el asesinato de Saul y Consuelo diez años después. La democracia de los 80s se inicia y termina con la muerte de sindicalistas. En estos hechos podemos vislumbrar las limitaciones del orden democrático en sociedades como la nuestra. La relación entre sindicalismo y democracia sigue siendo tensa y complicada.
Saul Cantoral pertenecía a la generación sindical que se forma en los tempranos 80s con los recuerdos de las luchas y conquistas de los 70s. Era ayacuchano migrante en Marcona desde donde inicia su labor sindical. Su muerte es parte del proceso emprendido por la derecha empresarial y el Estado peruano para derrotar a toda costa, al sindicalismo de clase.
En estos tiempos de relativismos y pragmatismos, el compromiso sindical, más allá del cumplimiento del deber, es difícil de entender por algunos nuevos sindicalistas y la gente de la "izquierda moderna". En un mundo donde todo es costo-beneficio, sentido de la oportunidad y resignación disfrazada de realismo, no se puede entender a un dirigente sindical que es amenazado, secuestrado, torturado y a pesar de eso, no se rinde, no se deja atemorizar, no se doblega, no abandona. De eso se trata el verdadero compromiso sindical, del valor de seguir poniendo la cara por los demás, aunque sepas que te la van a romper.
Por eso los recordamos, por eso nunca los olvidaremos.
Video sobre Saul Cantoral
Más información sobre Saul Cantoral y Consuelo García
Página sobre Saúl Cantoral
Nota de Aprodeh
Biografía y nota de Aprodeh
Sobre Consuelo García Santacruz
Dossier de Aprodeh
Hoy día habrá un evento en el sindicato de telefónicos, donde sus familiares y los sindicalistas nos reuniremos para recordar a Saúl y su legado a las nuevas generaciones de sindicalistas.
Saúl Cantoral lidera marcha sindical |
El movimiento sindical peruano ha perdido a valiosos dirigentes y activistas a lo largo de su historia. Sus muertes, a manos de gobiernos y empresarios son la prueba de la firmeza del compromiso y de la incapacidad de nuestros enemigos para derrotar nuestros argumentos por otra vía que no sea la violencia.
El Perú a fines de los 80s era una sociedad donde se enfrentaban los restos del modelo social construido en los 70s con propuestas de signo contrario. La violencia política provenía ya no sólo del aparato estatal sino de grupos armados.
En este contexto, el movimiento sindical era enfrentado a duras tensiones. Los grupos de izquierda exigían mayores compromisos de los líderes sindicales, en un proceso de radicalización de demandas ante el fracaso del gobierno; la patronal y el estado exigían certificados de buena conducta a los sindicalistas para poder escuchar sus demandas.
La crisis del movimiento sindical en los años 80s se puede explicar por la dificultad para resolver dichas tensiones. La debilidad institucional de la democracia hizo imposible una acción gremial coherente en dicho periodo.
La FNTMMSP, es decir, la Federación Minera, ha sido uno de los tempranos centros de organización sindical y política de los asalariados mineros. Desde los tiempos de Mariategui, la izquierda ha encontrado un auditorio para su mensaje y voluntarios entusiastas para su proyecto.
A fines de los 80s, la federación minera era un espacio importante de articulación de un buen número de sindicatos mineros, especialmente de la mediana minería. Saúl Cantoral era un dirigente joven, tenía 42 años y ya era secretario general de dicha institución. La crisis económica, el descalabro aprista, la hiperinflación con sus efectos devastadores en la economía popular hicieron que la articulación de intereses laborales se desarrolle de manera ascendente.
En este contexto, la federación tenía por objetivo establecer una negociación colectiva a nivel de rama. De esta manera se podría defender mejor la economía de los trabajadores y fortalecer el poder de la federación. de más esta señalar que este objetivo era realmente estratégico, pues hubiera permitido resistir en mejores términos lo que vendría unos años despues.
Por el pliego nacional minero, la federación ya había desarrollado una huelga nacional (que es como se consigue la negociación por rama, compañeros de la agroindustria) en el 98 y Saúl Cantoral había liderado la misma.
El 9 de agosto de ese año es secuestrado y torturado para que levantara la huelga general y abandonara la acción sindical. El ánimo de Saul no resultó mellado y se mantuvo firme en sus convicciones gremiales.
El gobierno aprista derrotado tiene que aceptar el pliego nacional minero, mediante un decreto supremo, sin embargo, tras levantar la huelga, el gobierno de García desconoce las actas firmadas y niega lo que ya había aceptado, en una costumbre que como sabemos ha mantenido hasta la actualidad.
En octubre se inicia una nueva huelga y ante la incapacidad del gobierno para resolverla se recurre a la violencia. de esta manera, los campamentos mineros son militarizados, se establecen toques de queda, los locales sindicales son asaltados y muchos dirigentes son detenidos o perseguidos. Así es la democracia en el Perú.
En febrero de 1998 se preparaba una nueva huelga nacional minera. Como es de suponer habían muchos intereses en juego. para el gobierno era imprescindible impedir el desarrollo de la huelga minera en un contexto de crisis económica y violencia interna.
El 13 de febrero de dicho año son encontrados los cuerpos sin vida de Saul Cantoral y Consuelo García en un parque de la ciudad de Lima. Sus cuerpos presentan orificios de balas en la espalda y la nuca. El secretario general de la federación minera ha sido asesinado.
Como ha señalado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la responsabilidad por la muerte del dirigente sindical y la asesora corresponden al estado peruano. Se ha iniciado un proceso judicial a Agustín Mantilla, minisro del interior del gobierno aprista en ese entonces y a Jesus Rios Saenz por el asesinato de Saúl Cantoral y Consuelo García. A pesar de lo avanzado y de lo señalado por la CVR aún no se ha determinado una sanción a los responsables ni se ha cumplido todo lo ordenado por la CIDH. La impunidad sigue siendo la respuesta que reciben los crímenes contra los sindicalistas.
Cada febrero los sindicalistas recordamos con dolor la masacre de Cromotex ocurrida en 1979 y el asesinato de Saul y Consuelo diez años después. La democracia de los 80s se inicia y termina con la muerte de sindicalistas. En estos hechos podemos vislumbrar las limitaciones del orden democrático en sociedades como la nuestra. La relación entre sindicalismo y democracia sigue siendo tensa y complicada.
Saul Cantoral pertenecía a la generación sindical que se forma en los tempranos 80s con los recuerdos de las luchas y conquistas de los 70s. Era ayacuchano migrante en Marcona desde donde inicia su labor sindical. Su muerte es parte del proceso emprendido por la derecha empresarial y el Estado peruano para derrotar a toda costa, al sindicalismo de clase.
En estos tiempos de relativismos y pragmatismos, el compromiso sindical, más allá del cumplimiento del deber, es difícil de entender por algunos nuevos sindicalistas y la gente de la "izquierda moderna". En un mundo donde todo es costo-beneficio, sentido de la oportunidad y resignación disfrazada de realismo, no se puede entender a un dirigente sindical que es amenazado, secuestrado, torturado y a pesar de eso, no se rinde, no se deja atemorizar, no se doblega, no abandona. De eso se trata el verdadero compromiso sindical, del valor de seguir poniendo la cara por los demás, aunque sepas que te la van a romper.
Por eso los recordamos, por eso nunca los olvidaremos.
Video sobre Saul Cantoral
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Página sobre Saúl Cantoral
Nota de Aprodeh
Biografía y nota de Aprodeh
Sobre Consuelo García Santacruz
Dossier de Aprodeh
Hoy día habrá un evento en el sindicato de telefónicos, donde sus familiares y los sindicalistas nos reuniremos para recordar a Saúl y su legado a las nuevas generaciones de sindicalistas.
Cuando dices "...Sus muertes, a manos de gobiernos y empresarios..."
ResponderEliminarTienes pruebas de eso? o es que ahora blogueas como CARETAS?
Otra cosa, no es cierto que la mayoria de dirigentes sindicales fueron asesinados/secuestrados por el MRTA y SL?
Que es donde terminan los mismos sindicalistas cuando pierden la lucha politica/ideologica y pasan a la lucha armada...
como Cerpa Cartolini...
un sindicalista mas que murio como un terruco en la embajada de Japon...
??????
CRT
ResponderEliminarTe sugiero que moderes tu tono, más aún cuando vienes pierna en alto y sin dar la cara.
A Pedro Huilca y a saul Cantoral lo asesinaron comandos militares al servicio del gobierno-dictadura de turno, conforme los dictamenes de la CIDH. Lo mismo con Luis Ngreiros padre según lo relata Jorge Basadre. Hilario Auque, asesinado por guardias republicanos conforme al informe de la CVR.
En fin, anónimo CRT, tu odio a los sindicatos te pinta de cuerpo entero. Pero te entiendo. Discutir con representantes oficiosos de la patronal es parte de la labor sindical.
Y si matar a personas rendidas te parece digno de elogio, pues no se en que te diferencias de los terroristas.