Isidoro Gamarra y el sindicalismo clasista
Isidoro Gamarra fue un líder del sindicalismo de clase en el Perú. La historia sindical en el Perú no ha tenido el desarrollo, ni los estudiosos necesarios para animar una mirada permanente, una reflexión coherente o un debate más o menos profundo. En parte por eso, la figura de Isidoro pasa de manera borrosa siendo recordado por sus amigos y conocidos. En los últimos años los trabajadores de Construcción Civil como desde la CGTP se ha tratado de mantener un recuerdo por lo menos simbólico con la tradicional romería en el aniversario de su onomástico.
Pero aún falta un estudio riguroso sobre el rol de Isidoro Gamarra en el sindicalismo de clase. Un estudio que vaya más allá del panegírico interesado y mezquino o de la nota inexacta o simplemente periodística. Eso requiere de un acopio de fuentes y registros, que deben ser metódicamente validados.
La figura de Isidoro Gamarra es importante porque representa con la mayor claridad lo que fue una manera de entender el sindicalismo clasista en la segunda mitad del siglo pasado. Isidoro representa la articulación unívoca entre compromiso partidario e identidad sindical. La compleja relación entre partido y sindicato, entre el viejo PCP y la recien vuelta a fundar CGTP a fines de los sesentas.
Algunos han querido ver en el sindicalismo de clase de aquella época una simple subordinación a la lógica partidaria, la cual a su vez, era obediente tributaria del hermano mayor en Moscú. Pero esta es una visión simplista y sesgada. Validada en parte por los escritos igualmente ideologizados de Sulmont.
La realidad siempre es más compleja y matizada. Isidoro era comunista y sindicalista. Y su vida fue un ejemplo de cómo esas dos identidades se articulan de manera indesligable, lo suficiente para que una no se pueda entender sin la otra. Ambas se explican entre sí.
Pero a la vez, la subordinación no es mecánica ni directa. Una de mis hipótesis es que en determinados momentos de la historia social, la razón sindical se ha impuesto sobre los intereses del partido. Se recupera así una dimensión de la autonomía sindical que se creía perdida. El clasismo de entonces, no anula la autonomía sindical ni la subordina mecánicamente a la lógica partidaria, sino amalgana ambas racionalidades. En esta nueva sintesis lo sindical y lo político van a coexistir y predominar en función de las condiciones externas. Isidoro es expresión de esta unidad.
Un momento donde lo señalado puede advertirse es el periodo de refundación de la CGTP. Periodo poco estudiado ciertamente a pesar de ser muy interesante. A fines de los 60s, el PCP tenía todavía un claro predominio en los medios sindicales, mientras el sindicalismo aprista ya se encontraba en declive. La CTP fundada mediante un pacto entre apristas y comunistas en 1945, y luego controlada por los apristas de manera instrumental y partidaria podia ser recuperada para el lado clasista. Por esa época los comunistas logran recuperar la FEB del control aprista mediante el respaldo de bases sindicales y la toma de locales a viva fuerza.
La salida política -o por lo menos la que tenía mayor acogida en el PCP- era retomar la CTP. Una generación de comunistas traicionados reclamaba venganza. Sin embargo, sindicalmente, el desprestigio de la CTP era muy grande. Era mejor pensar en una nueva central. Los actores de la época, discutieron mucho tiempo la mejor opción. Una historia de los debates en el comite central del PCP en esos años nos ayudaría a entender mejor la manera que las identidades sindicales y partidarias coexistian, así como las fracturas generacionales dibujaban los escenarios.
El resultado fue la refundación de la CGTP. La lógica sindical se sobrepuso a los intereses partidarios. Tanto así, que a contracorriente de lo que siempre se señala, acerca del control subordinado de la central mariateguista al partido comunista, la primera junta directiva encabezada por Isidoro gamarra tenía a militantes de Acción Popular, del PCR, de la izqueirda cristiana e independientes. Los comunistas eran el grupo más reconocido pero desde siempre hubo pluralidad en la central.
Es en esta historia compleja, humana, contradictoria y heroica que Isidoro Gamarra vivió su militancia única como comunista y sindicalista a la vez. Hoy, los tiempos son distintos y las condiciones sociales y materiales que hicieron viable el sindicalismo de aquella época han cambiado. El sindicalismo clasista de hoy, sin embargo se sigue nutriendo del ejemplo de entrega, del compromiso sincero y generoso de Isidoro Gamarra.
Hoy día los trabajadores y trabajadoras realizamos la romería a su tumba. Agradecidos por su esfuerzo y convencidos de la justicia de nuestra causa.
Concentración: Cementerio EL ÁNGEL, en Jr. Ancash cuadra 17. Urb. Barrios Altos en el distrito de Cercado de Lima. 28 de diciembre desde las 11.00 am.
Para conocer mejor a Isidoro, un video imprescindible, elaborado por los 50 años de la FTCCP:
Pero aún falta un estudio riguroso sobre el rol de Isidoro Gamarra en el sindicalismo de clase. Un estudio que vaya más allá del panegírico interesado y mezquino o de la nota inexacta o simplemente periodística. Eso requiere de un acopio de fuentes y registros, que deben ser metódicamente validados.
La figura de Isidoro Gamarra es importante porque representa con la mayor claridad lo que fue una manera de entender el sindicalismo clasista en la segunda mitad del siglo pasado. Isidoro representa la articulación unívoca entre compromiso partidario e identidad sindical. La compleja relación entre partido y sindicato, entre el viejo PCP y la recien vuelta a fundar CGTP a fines de los sesentas.
Algunos han querido ver en el sindicalismo de clase de aquella época una simple subordinación a la lógica partidaria, la cual a su vez, era obediente tributaria del hermano mayor en Moscú. Pero esta es una visión simplista y sesgada. Validada en parte por los escritos igualmente ideologizados de Sulmont.
La realidad siempre es más compleja y matizada. Isidoro era comunista y sindicalista. Y su vida fue un ejemplo de cómo esas dos identidades se articulan de manera indesligable, lo suficiente para que una no se pueda entender sin la otra. Ambas se explican entre sí.
Pero a la vez, la subordinación no es mecánica ni directa. Una de mis hipótesis es que en determinados momentos de la historia social, la razón sindical se ha impuesto sobre los intereses del partido. Se recupera así una dimensión de la autonomía sindical que se creía perdida. El clasismo de entonces, no anula la autonomía sindical ni la subordina mecánicamente a la lógica partidaria, sino amalgana ambas racionalidades. En esta nueva sintesis lo sindical y lo político van a coexistir y predominar en función de las condiciones externas. Isidoro es expresión de esta unidad.
Un momento donde lo señalado puede advertirse es el periodo de refundación de la CGTP. Periodo poco estudiado ciertamente a pesar de ser muy interesante. A fines de los 60s, el PCP tenía todavía un claro predominio en los medios sindicales, mientras el sindicalismo aprista ya se encontraba en declive. La CTP fundada mediante un pacto entre apristas y comunistas en 1945, y luego controlada por los apristas de manera instrumental y partidaria podia ser recuperada para el lado clasista. Por esa época los comunistas logran recuperar la FEB del control aprista mediante el respaldo de bases sindicales y la toma de locales a viva fuerza.
La salida política -o por lo menos la que tenía mayor acogida en el PCP- era retomar la CTP. Una generación de comunistas traicionados reclamaba venganza. Sin embargo, sindicalmente, el desprestigio de la CTP era muy grande. Era mejor pensar en una nueva central. Los actores de la época, discutieron mucho tiempo la mejor opción. Una historia de los debates en el comite central del PCP en esos años nos ayudaría a entender mejor la manera que las identidades sindicales y partidarias coexistian, así como las fracturas generacionales dibujaban los escenarios.
El resultado fue la refundación de la CGTP. La lógica sindical se sobrepuso a los intereses partidarios. Tanto así, que a contracorriente de lo que siempre se señala, acerca del control subordinado de la central mariateguista al partido comunista, la primera junta directiva encabezada por Isidoro gamarra tenía a militantes de Acción Popular, del PCR, de la izqueirda cristiana e independientes. Los comunistas eran el grupo más reconocido pero desde siempre hubo pluralidad en la central.
Es en esta historia compleja, humana, contradictoria y heroica que Isidoro Gamarra vivió su militancia única como comunista y sindicalista a la vez. Hoy, los tiempos son distintos y las condiciones sociales y materiales que hicieron viable el sindicalismo de aquella época han cambiado. El sindicalismo clasista de hoy, sin embargo se sigue nutriendo del ejemplo de entrega, del compromiso sincero y generoso de Isidoro Gamarra.
Hoy día los trabajadores y trabajadoras realizamos la romería a su tumba. Agradecidos por su esfuerzo y convencidos de la justicia de nuestra causa.
Concentración: Cementerio EL ÁNGEL, en Jr. Ancash cuadra 17. Urb. Barrios Altos en el distrito de Cercado de Lima. 28 de diciembre desde las 11.00 am.
Para conocer mejor a Isidoro, un video imprescindible, elaborado por los 50 años de la FTCCP:
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