Minería informal, gobierno y democracia
La minería artesanal es una de las actividades económicas más polémicas que existe en el país. Estos últimos días las protestas realizadas a raíz de la promulgación de un Decreto de Urgencia 012-2010 han costado la vida de 5 ciudadanos.
Hay un debate interesante sobre dicha actividad y su impacto ecológico. Podemos leer entre otros aportes.
NoticiasSer
Carlos Basombrio
Mirko Lauer
Silvio Rendón
Martín Soto Florián
Xavier Abex
Jorge Manco
Humberto Campodónico
El gobierno aprista ya tiene como norma gobernar mediante decretos de urgencia en temas que son conflictivos. Ya no se trata de postergar mesas de diálogo o ignorar actas de compromiso, sino de saltarse al propio parlamento en todo lo que se pueda. El puro ejercicio de la fuerza. Más allá de la necesidad de la norma, ¿no es mejor mantener los mecanismos democráticos en temas que son complicados, precisamente para que los diferentes intereses salgan a luz y se resuelvan mejor las cosas?
Paro minero. Foto tomada de aquí
Hay un debate interesante sobre dicha actividad y su impacto ecológico. Podemos leer entre otros aportes.
NoticiasSer
Carlos Basombrio
Mirko Lauer
Silvio Rendón
Martín Soto Florián
Xavier Abex
Jorge Manco
Humberto Campodónico
Hubiera sido interesante tener esta discusión antes de la pérdida de vidas humanas. Por otro lado, lo ocurrido es un síntoma de cómo funciona la democracia peruana y cómo los diferentes actores entienden su rol en dicha democracia.
El gobierno aprista ya tiene como norma gobernar mediante decretos de urgencia en temas que son conflictivos. Ya no se trata de postergar mesas de diálogo o ignorar actas de compromiso, sino de saltarse al propio parlamento en todo lo que se pueda. El puro ejercicio de la fuerza. Más allá de la necesidad de la norma, ¿no es mejor mantener los mecanismos democráticos en temas que son complicados, precisamente para que los diferentes intereses salgan a luz y se resuelvan mejor las cosas?
Paro minero. Foto tomada de aquí
Luego, la televisión presenta las protestas de forma sesgada y reclaman "restablecer el principio de autoridad". En Internet aparecen voces diciendo que les metan más balas, que no hay derecho de tomar carreteras y los más pacíficos sugieren cándidamente que la gente proteste sin incomodar a nadie.
Es un tema de cultura democrática. El gobierno tiene la obligación de consultar y de escuchar. Si no lo hace, deben existir los mecanismos legales de protesta. En los 70s y 80s existían alrededor de siete tipos de huelgas legales: de brazos caídos, escalonadas, de solidaridad, por secciones, por horas, con toma de local, etc. Hoy, gracias a Fujimori, solamente hay un tipo de huelga reconocida. Todo lo demás es ilegal. Y esto sólo en el terreno laboral.
La idea es simple. El gobierno no le hace caso a los ciudadanos. Ni a los trabajadores ni a los pobladores ni a los empresarios mineros informales. De un día para otro, sin tomar las más mínimas previsiones políticas dicta una medida y pretende que los afectados -con razón o sin ella- la acepten calladitos y felices. ¿Eso es gobernar?
Otra cosa. Toda protesta tiene que incomodar a alguien. Si no, el poder no se vería obligado a atender las demandas. Las voces que piden protestas inocuas probablemente nunca han protestado o todo lo han tenido al alcance de la mano. Los comentarios en los blogs nos indican que para un muy importante sector de la clase media limeña, toda protesta debe ser realizada sin molestar a nadie. Que el libre tránsito es un derecho más importante que la vida de unos compatriotas. Dentro de poco van a pedir que se haga huelga pero que se siga trabajando.
Ciertamente, en las protestas vemos una suerte de alianza social entre pequeños y medianos empresarios y trabajadores asalariados de la minería informal. Alianza que se basa tanto en las necesidades como en las expectativas de autoempleo de dichos trabajadores. Un estado que se preocupe por los derechos laborales podría haber impedido este frente común. El 2008 por ejemplo, según datos del MINTRA, en toda la región de Madre de Dios se solicitaron 610 órdenes de inspección laboral pero al final sólo se registraron 32 multas. De enero a junio del 2009 se tuvieron 263 órdenes y sólo 15 multas en TODA la región. Al parecer allí se respetan los derechos laborales.
Una democracia que penaliza casi toda forma de protesta ciudadana y permite que la represión policial sea ejercida con el mayor rigor terminará cosechando cada vez más víctimas. En sentido estricto no es una democracia. La democracia peruana es un fiasco.
Postdata: ¿Qué hacer?
- Derogar el decreto y que pase por el parlamento.
- Fortalecer las inspecciones de trabajo en Madre de Dios y en las demás zonas de actividad minera informal. Ya hay leyes para esto..
- Impedir y sancionar el trabajo forzoso y el trabajo infantil en dichas zonas. Ya hay leyes para esto.
- Sancionar toda práctica contaminante o deforestación en las zonas en cuestión. Ya hay leyes para esto.
ACTUALIZACIÓN: Se suspende por 48 horas el paro minero. Más información aquí.
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