La ausencia de autonomía sindical y el radicalismo político: la experiencia de la Coordinadora Sindical Textil
La Coordinadora Sindical Textil es un grupo formado con los sindicatos del grupo Topy Top. Vienen trabajando en la organización sindical de los trabajadores desde hace un par de años. La Coordinadora se ha establecido como una iniciativa particular de los sindicalistas de Topy Top.
La organización sindical de los textiles siempre ha sido problemática en parte por los altos niveles de politización que han registrado. En los años 60s, las disputas entre apristas y comunistas terminaron con la división de la Federación Textil en dos. Una vinculada al aprismo y otra a la izquierda y afiliada a la CGTP.
La crisis de los 90s golpeo fuertemente al sector y debilito al gremio sindical. Muchas empresas cerraron, despidos y crisis, complicó el escenario sindical. La Federación Textil clasista resultó muy debilitada de este proceso. La aprista desapareció en la práctica.
En la presente década, con el auge de las exportaciones y el impacto del APTDEA hay un renacimiento del sector textil y especialmente confecciones. Una nueva generación de trabajadores ingresa al mercado laboral textil. Bajo un régimen laboral sobre explotador, que permite contratos temporales sin límite, jornadas de doce horas, remuneraciones mínimas y el no pago de las horas extras, los nuevos trabajadores y trabajadoras van a enfrentar un escenario muy adverso.
En este contexto se desarrollan numerosos intentos por formar sindicatos. La mayoría fracasa por la agresividad de los empleadores que despiden o como ellos dicen: cancelan los contratos temporales.
Uno de estos casos es el de TopyTop, donde en junio de 2007, alrededor de 100 trabajadores al formar el sindicato son despedidos. En este trance acuden a la CGTP donde reciben el apoyo de la central y especialmente de José Coaquira -dirigente de la Federación Textil- quien los pone en contacto con Rebeca Madsen, representante en ese entonces de Comisiones Obreras de España en Lima. Gorritti y Madsen se comunican con FITEQA, el gremio textil de CCOO en España. A partir de allí se inicia una cadena de solidaridad y presión internacional que logra salvar al sindicato y reponer a los despedidos. En este proceso participó activamente la Federación Textil como lo prueba el documento de FITEQA publicado en su página web.
Luego, el sindicato de Topytop, en ejercicio de su autonomía sindical decide alejarse de la Federación Textil, la desconoce, la condena y forma la Coordinadora Sindical Textil. Ahora vienen discutiendo la formación de una nueva Federación Textil.
¿Cómo así, un sindicato de jóvenes trabajadores, en proceso de formación decide lanzarse a la aventura y mantener una postura alejada de la CGTP? ¿El radicalismo de la Coordinadora puede explicarse por el "abandono" de la CGTP o de la Federación Textil?
El radicalismo no es algo ajeno al movimiento sindical. Como he señalado en otros post y artículos, una estrategia confrontacional puede ser útil en determinadas condiciones. Claro, uno no puede hacer sindicalismo solamente con una estrategia. Pero, el problema de fondo no es si son radicales o ultras. Pensar que puedes resolver problemas dando patadas todo el tiempo, es una etapa que se te pasa rápidamente apenas participas en alguna negociación colectiva.
El problema tiene que ver con la relación partido-sindicato. Como es de conocimiento público, un pequeño grupo de activistas políticos autodenominados "Voz Socialista", adheridos a la corriente albanesa (es decir, seguidores de Enver Hoxha ) aparecen como los asesores sindicales de la Coordinadora. "Voz Socialista" era un grupo muy activo a fines de los años 70s que sobrevivio los 80s en las universidades. En Sociales de San Marcos conocí a uno de sus dirigentes, Grover Ponce que se paseaba por la facultad con un libro de Hoxha a la mano repitiendo sus citas y condenando a toda la izquierda. Ahora es un reconvertido sociólogo que a manera de exorcismo escribe sobre los grupos radicales en San Marcos y ha cambiado el partido por un colectivo de cientistas sociales.
Enver Hoxha, líder albanés que aún inspira a algunos izquierdistas locales.
Los actuales camaradas de "Voz Socialista" participan en las asambleas sindicales, intentan representarlos en las reuniones con la CGTP, redactan los documentos de la Coordinadora y sostienen la página Web (aunque esta bastante desactualizada).
Incluso así, uno podría ser condescendiente y tolerante. Lo que no es posible aceptar es el atropello a la autonomía sindical. El sindicato como tal tiene un ámbito propio donde de manera soberana establece sus objetivos, metas intereses y estrategias. Los grupos partidarios influyen en el sindicato, planteando alternativas y propuestas, las cuales son consideradas o no por la organización gremial. Es una relación de iguales.
Al final, de lo que se trata, como enseña el maestro López Bulla, es que los criterios para establecer una estrategia sindical no pueden ser partidarios. El sindicato no puede trabajar para los intereses del partido.
Y eso lamentablemente es lo que viene ocurriendo con la Coordinadora Sindical Textil, que ha sido instrumentalizada por los cc. de "Voz Socialista". Las acciones del gremio entonces se deciden no en la esfera gremial sino acorde a los particulares intereses de un grupo partidario y su particular manera de entender el proceso político peruano.
20 de Febrero de 1991. Cae la estatua de Enver Hoxha. Tirana, capital de Albania.
El resultado de esta suplantación ha sido la casi destrucción de los sindicatos textiles en el grupo TopyTop. Se han realizado diferentes esfuerzos para articular una respuesta articulada, desde la CGTP, la Federación textil y los sindicatos de base, pero la Coordinadora se niega a participar exigiendo un reconocimiento orgánico que no está contemplado en los Estatutos de la CGTP.
Nuevamente hay despidos. Este es el momento de reunirse en una sola instancia de organización gremial. Ciertamente la Federación Textil ha logrado recomponerse en alguna medida en los últimos meses. Pero mientras sigan divididos, los trabajadores y trabajadoras textiles y de confecciones serán débiles frente a los patrones. La Coordinadora a través de sus voceros "políticos" ha señalado que no esta interesada en participar en ningún esfuerzo de unidad si en ella aparece la Federación Textil. ¿Así se avanza en la unidad?. La acusan de haber traicionado a los trabajadores. Pero fue la Federación Textil la que hizo posible el regreso de los primeros despedidos y la formación del sindicato. Cuando hay problemas se apoyan en la Federación pero cuando están bien, la condenan. Eso no es una estrategia sindical, es oportunismo político.
Lo que debe quedar claro es que esta división no tiene como razón una diferencia gremial o de estrategia sindical. Responde a los intereses particulares de "Voz Socialista" de disponer de una base sindical desde donde hacer oposición "política" a la CGTP y aparecer en la escena política nacional.
El radicalismo sindical no es un problema ni es algo que deba objetarse. Cada estrategia sindical es válida acorde a los resultados que obtenga. Lo que los "asesores políticos" olvidan es que el sindicato no es un instrumento al servicio del partido para alcanzar la revolución. Es principalmente, un medio para mejorar las condiciones de trabajo en el presente, mediante la lucha y negociación; desde un proceso de desarrollo de la conciencia de clase. Eso lo reconoce Marx y Lenin en diversos escritos, pero más importante, lo ha demostrado la experiencia. No basta tener "Voz", los comunistas necesitan también ojos y oídos para entender la realidad.
La organización sindical de los textiles siempre ha sido problemática en parte por los altos niveles de politización que han registrado. En los años 60s, las disputas entre apristas y comunistas terminaron con la división de la Federación Textil en dos. Una vinculada al aprismo y otra a la izquierda y afiliada a la CGTP.
La crisis de los 90s golpeo fuertemente al sector y debilito al gremio sindical. Muchas empresas cerraron, despidos y crisis, complicó el escenario sindical. La Federación Textil clasista resultó muy debilitada de este proceso. La aprista desapareció en la práctica.
En la presente década, con el auge de las exportaciones y el impacto del APTDEA hay un renacimiento del sector textil y especialmente confecciones. Una nueva generación de trabajadores ingresa al mercado laboral textil. Bajo un régimen laboral sobre explotador, que permite contratos temporales sin límite, jornadas de doce horas, remuneraciones mínimas y el no pago de las horas extras, los nuevos trabajadores y trabajadoras van a enfrentar un escenario muy adverso.
En este contexto se desarrollan numerosos intentos por formar sindicatos. La mayoría fracasa por la agresividad de los empleadores que despiden o como ellos dicen: cancelan los contratos temporales.
Uno de estos casos es el de TopyTop, donde en junio de 2007, alrededor de 100 trabajadores al formar el sindicato son despedidos. En este trance acuden a la CGTP donde reciben el apoyo de la central y especialmente de José Coaquira -dirigente de la Federación Textil- quien los pone en contacto con Rebeca Madsen, representante en ese entonces de Comisiones Obreras de España en Lima. Gorritti y Madsen se comunican con FITEQA, el gremio textil de CCOO en España. A partir de allí se inicia una cadena de solidaridad y presión internacional que logra salvar al sindicato y reponer a los despedidos. En este proceso participó activamente la Federación Textil como lo prueba el documento de FITEQA publicado en su página web.
Luego, el sindicato de Topytop, en ejercicio de su autonomía sindical decide alejarse de la Federación Textil, la desconoce, la condena y forma la Coordinadora Sindical Textil. Ahora vienen discutiendo la formación de una nueva Federación Textil.
¿Cómo así, un sindicato de jóvenes trabajadores, en proceso de formación decide lanzarse a la aventura y mantener una postura alejada de la CGTP? ¿El radicalismo de la Coordinadora puede explicarse por el "abandono" de la CGTP o de la Federación Textil?
El radicalismo no es algo ajeno al movimiento sindical. Como he señalado en otros post y artículos, una estrategia confrontacional puede ser útil en determinadas condiciones. Claro, uno no puede hacer sindicalismo solamente con una estrategia. Pero, el problema de fondo no es si son radicales o ultras. Pensar que puedes resolver problemas dando patadas todo el tiempo, es una etapa que se te pasa rápidamente apenas participas en alguna negociación colectiva.
El problema tiene que ver con la relación partido-sindicato. Como es de conocimiento público, un pequeño grupo de activistas políticos autodenominados "Voz Socialista", adheridos a la corriente albanesa (es decir, seguidores de Enver Hoxha ) aparecen como los asesores sindicales de la Coordinadora. "Voz Socialista" era un grupo muy activo a fines de los años 70s que sobrevivio los 80s en las universidades. En Sociales de San Marcos conocí a uno de sus dirigentes, Grover Ponce que se paseaba por la facultad con un libro de Hoxha a la mano repitiendo sus citas y condenando a toda la izquierda. Ahora es un reconvertido sociólogo que a manera de exorcismo escribe sobre los grupos radicales en San Marcos y ha cambiado el partido por un colectivo de cientistas sociales.
Enver Hoxha, líder albanés que aún inspira a algunos izquierdistas locales.
Los actuales camaradas de "Voz Socialista" participan en las asambleas sindicales, intentan representarlos en las reuniones con la CGTP, redactan los documentos de la Coordinadora y sostienen la página Web (aunque esta bastante desactualizada).
Incluso así, uno podría ser condescendiente y tolerante. Lo que no es posible aceptar es el atropello a la autonomía sindical. El sindicato como tal tiene un ámbito propio donde de manera soberana establece sus objetivos, metas intereses y estrategias. Los grupos partidarios influyen en el sindicato, planteando alternativas y propuestas, las cuales son consideradas o no por la organización gremial. Es una relación de iguales.
Al final, de lo que se trata, como enseña el maestro López Bulla, es que los criterios para establecer una estrategia sindical no pueden ser partidarios. El sindicato no puede trabajar para los intereses del partido.
Y eso lamentablemente es lo que viene ocurriendo con la Coordinadora Sindical Textil, que ha sido instrumentalizada por los cc. de "Voz Socialista". Las acciones del gremio entonces se deciden no en la esfera gremial sino acorde a los particulares intereses de un grupo partidario y su particular manera de entender el proceso político peruano.
20 de Febrero de 1991. Cae la estatua de Enver Hoxha. Tirana, capital de Albania.
El resultado de esta suplantación ha sido la casi destrucción de los sindicatos textiles en el grupo TopyTop. Se han realizado diferentes esfuerzos para articular una respuesta articulada, desde la CGTP, la Federación textil y los sindicatos de base, pero la Coordinadora se niega a participar exigiendo un reconocimiento orgánico que no está contemplado en los Estatutos de la CGTP.
Nuevamente hay despidos. Este es el momento de reunirse en una sola instancia de organización gremial. Ciertamente la Federación Textil ha logrado recomponerse en alguna medida en los últimos meses. Pero mientras sigan divididos, los trabajadores y trabajadoras textiles y de confecciones serán débiles frente a los patrones. La Coordinadora a través de sus voceros "políticos" ha señalado que no esta interesada en participar en ningún esfuerzo de unidad si en ella aparece la Federación Textil. ¿Así se avanza en la unidad?. La acusan de haber traicionado a los trabajadores. Pero fue la Federación Textil la que hizo posible el regreso de los primeros despedidos y la formación del sindicato. Cuando hay problemas se apoyan en la Federación pero cuando están bien, la condenan. Eso no es una estrategia sindical, es oportunismo político.
Lo que debe quedar claro es que esta división no tiene como razón una diferencia gremial o de estrategia sindical. Responde a los intereses particulares de "Voz Socialista" de disponer de una base sindical desde donde hacer oposición "política" a la CGTP y aparecer en la escena política nacional.
El radicalismo sindical no es un problema ni es algo que deba objetarse. Cada estrategia sindical es válida acorde a los resultados que obtenga. Lo que los "asesores políticos" olvidan es que el sindicato no es un instrumento al servicio del partido para alcanzar la revolución. Es principalmente, un medio para mejorar las condiciones de trabajo en el presente, mediante la lucha y negociación; desde un proceso de desarrollo de la conciencia de clase. Eso lo reconoce Marx y Lenin en diversos escritos, pero más importante, lo ha demostrado la experiencia. No basta tener "Voz", los comunistas necesitan también ojos y oídos para entender la realidad.
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